"Frank está deprimido", confiesa el padre de los hermanos, dos de los mejores ciclistas de estos tiempos. "Se ha gastado un montón en análisis médicos y en abogados para tratar de probar su inocencia. Esto no es vida".
Frank, de 32 años, resultó positivo por un diurético prohibido durante el último Tour de Francia y aún espera a que la agencia antidopaje de su país, Luxemburgo, resuelva su caso. Se enfrenta a una sanción de dos años si finalmente es declarado culpable.
Andy, de 27 años, nunca ha dado positivo. Gracias a uno, el de Alberto Contador por clembuterol, hoy cuenta en su palmarés con un triunfo en el Tour de Francia 2010, un honor que recibió más de un año después del final de aquella edición. Al Tour de 2012 no acudió Andy, llamado a suceder a Charly Gaul en el Izoard o algún otro coloso alpino antes que en un laboratorio de Colonia, no ha participado en el Tour de 2012 -ni en los JJOO de Londres- a causa de una fractura de pelvis que se produjo durante la celebración del Criterium Dauphiné Libéré.