La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires le otorgó, por ley, el permiso necesario al Gobierno porteño para demoler el velódromo situado en el Parque Tres de Febrero de Palermo, a raíz de “las malas condiciones” de la estructura.
La norma también permite que en el predio se instalen “transitoriamente” oficinas para la organización de los Juegos Olímpicos de la Juventud, que se realizarán en 2018.
La autorización para el desmantelamiento del velódromo, que fue inaugurado en 1951 y hace décadas permanece abandonado, fue aprobada con 52 votos positivos y cuatro abstenciones.
Puntualmente, la iniciativa del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, contempla la demolición de la estructura dados “los tipos de deterioro provocados por la degradación de materiales debido al transcurso del tiempo”. Asimismo, indica que los terrenos afectados quedarán como parte del espacio verde.
Entre los argumentos, Macri había indicado que un dictamen de la Guardia de Auxilio demostró que la edificación presentaba total deterioro debido al transcurso del tiempo.
El proyecto original preveía modificar la zonificación de todo el predio para instalar oficinas, algo que la oposición rechazó. Entonces, planteó que sólo el espacio que ocupa actualmente la construcción sea destinado a trabajo administrativo y por un tiempo provisorio.
El velódromo municipal fue inaugurado en 1951 para los Juegos Panamericanos, con capacidad para 15.000 personas. En 1991, el entonces intendente Carlos Grosso lo cedió en concesión por 20 años a una empresa, junto con otros sectores de los bosques de Palermo, como el campo de golf. Y aunque fue declarado monumento histórico del parque Tres de Febrero, en los últimos 15 años fue inutilizado y abandonado.
Un pedazo de la historia del ciclismo argentino quedará en el recuerdo.
