Tony Martin protagonizó la mayor exhibición de la Vuelta a España, al menos hasta ahora. El alemán atacó de salida y se marchó solo. Aún no habían recorrido ni cien metros cuando atacó.
Tony Martin rodó la primera hora de carrera a una media de 46 kilómetros por hora, en solitario. Marco Pinotti saltó del pelotón poco después del movimiento del alemán, pero no le cazó. “Pensaba que dos o tres corredores rodarían conmigo en la escapada, pero nadie me ha podido seguir”, añadía ante la cámara de Tve.
Tony Martin alcanzó una ventaja máxima en torno a los 7 minutos. El Orica GreenEdge se puso a trabajar en el pelotón para controlarle y poco a poco su ventaja fue cayendo. “No creía que pudiese estar tan cerca de la victoria. Sólo me escapé para ayudar al equipo y probar mi forma antes del mundial”.
Tony Martin cruzó la pancarta de 15 kilómetros a meta con una ventaja inferior a los 20 segundos sobre un pelotón tirado por Argos Shimano y Orica GreenEdge, en el que Astana y Movistar daban algunos relevos esporádicos. “Seguía luchando sin pensar en nada más, hasta los últimos kilómetros no creía que pudiese ganar. Cuando quedaban 10 kilómetros pensé, vamos a acelerar. Y luego hasta el final creía que ganaba. Si hubiese sido el final más llano lo hubiese logrado, pero al menos ha sido emocionante para los aficionados. Al final no podía ir más rápido”. Cancellara dio un relevo decisivo que le cazó. Su clásico rival en las contrarrelojes le hundió, cuentas pendientes para la cronometrada de la Vuelta, y para mucho más.