Quien quiera que haya practicado algo de ciclismo, habrá tenido la ocasión de experimentar calambres musculares. Se trata de pequeños o grandes espasmos musculares que tienen lugar de forma involuntaria. Los calambres musculares en ciclismo se suelen producir por diversos motivos, pero el más común tiene que ver con la deficiencia de ciertas sales minerales. Se trata de una cuestión en la que tiene lugar la bomba de sodio-potasio en la membrana celular, y también en el equilibrio calcio-magnesio.
Sea cual sea la razón de los calambres, las razones por las que se producen suelen ser bastante diversas. Estas son las razones por las que se puede producir un fenómeno de espasmos musculares:
Falta de calentamiento. Deshidratación.
Medicación.
Abuso de excitantes.
Desequilibrios minerales debido a la sudoración.
Falta de calentamiento
Hacer movimientos bruscos sobre la musculatura cuando ésta se encuentra fría, Es una de las principales causas de espasmos musculares. El modo de evitar este fenómeno es buen simple: realizar un calentamiento previo, o realizarlo sobre la propia bicicleta, realizando una serie de rutinas de pedaleo con alta cadencia y baja carga.
Hay personas que realizan ejercicios de estiramiento como método de pre-calentamiento. Es correcto, pero yo prefiero dejar los estiramientos para el período post-ejercicio, y no al revés.
En todo caso se trata de una cuestión de preferencia personal. Mi consejo es que siempre hagas un calentamiento pre-ejercicio, sea cual fuere el método utilizado para ello.
Deshidratación
El agua resulta fuente de vida y la más recomendable de todas las bebidas para recuperar rápidamente el agua perdidos durante el esfuerzo. Sin embargo el sudor contiene sales minerales fundamentales para mantener un buen equilibrio mineral en el organismo. Para ello nada tan recomendable como tomar bebida isotónica con los mismos minerales que perdemos durante el esfuerzo ciclista, especialmente para individuos de gran sudoración, y para esfuerzos realizados en ambientes de fuerte calor