Respecto al nivel de hematocrito en un varón, explicó que "lo normal es que nunca pase de 52" y que "por encima se considera que puede tener riesgo"." "Los efectos adversos pueden ser inmediatos como el gasto cardíaco que somete al corazón a un sobreesfuerzo, que puede dar lugar a un infarto y aumenta la posibilidad de trombos. Además, cuando sube el hematocrito la sangre fluye peor por los órganos .El riesgo es más alto durante el ejercicio, porque se deshidrata y aumenta el hematocrito de forma natural, hacemos que la sangre sea más viscosa todavía", señaló.
En este sentido, el empleo de la EPO -hormona que aumenta el número de glóbulos rojos en la sangre y, en consecuencia, incremente el nivel de hematocrito-, "somete a un riesgo evidente" al deportista que la recibe.