La leche con chocolate, esa bebida tan dulce, cremosa y satisfactoria que la mayoría de nosotros/as hemos disfrutado de niños/as (y mayores), puede resultar ser un excelente recuperador muscular. O al menos así se lo sugiere un estudio científico publicado por la revista IJSNEM (International Journal of Sport Nutrition and Exercise Metabolism), que demuestra que la leche con chocolate es igual de efectiva, si no mejor, que muchas de las bebidas deportivas de recuperación más consumidas habitualmente.
La leche, tan amada por muchos y tan odiada por otros tantos, es uno de los alimentos más controvertidos de la sociedad. Los más activos detractores del consumo de leche afirman que los humanos, junto con los gatos, son los únicos seres vivos del planeta que continúan consumiendo leche tras la etapa de lactancia materna, siendo este motivo el principal responsable de tan estrictas afirmaciones. Lo cierto es que, mientras no haya pruebas científicas de lo contrario, la leche constituye un alimento básico muy completo que puede beneficiar a nuestro organismo.
En el estudio realizado por el IJSNEM, se realizó un seguimiento a nueve ciclistas de género masculino entrenados en resistencia. Para realizar este ensayo, los ciclistas realizaron un entrenamiento de intervalo seguido por cuatro horas de recuperación, para finalizar con un entrenamiento de resistencia hasta el agotamiento (70% de VO2max), ambos repetidos durante tres días seguidos. Inmediatamente después de cada ejercicio y tras dos horas de recuperación, los atletas tomaron tres tipos de bebidas escogidas al azar: leche con chocolate, bebida isotónica y bebida deportiva de carbohidratos.
Para contabilizar la recuperación muscular, los científicos tuvieron en cuenta el tiempo hasta el agotamiento (TTE), el promedio del ritmo cardíaco (HR), el índice de esfuerzo percibido (RPE) y el trabajo total (WT) de los atletas para cada uno de los ejercicios. Los resultados de este estudio arrojaron que los ciclistas que consumieron leche con chocolate y bebidas isotónicas obtuvieron un TTE (tiempo hasta el agotamiento) y WT (trabajo total) significativamente mayor que los atletas que consumieron bebida deportiva de carbohidratos, manteniéndose en todas las bebidas la misma cantidad de hidratos de carbono por servicio.
El estudio concluye que el consumo de leche con chocolate es una ayuda muy eficaz para la recuperación tras un ejercicio físico agotador, sin necesidad de utilizar otras bebidas artificiales mucho más caras y de rendimiento similar. Lógicamente, este estudio ha caído en saco roto, probablemente sometido a la constante presión de la millonaria industria alimentaria deportiva. De especial interés para nosotros/as, no cabe duda de que un buen vaso de leche con chocolate después de entrenar nos puede ayudar a mejorar nuestra recuperación para continuar realizando entrenamientos intensos... y efectivos.